Tierra Nueva
Yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento. (Isaías 65:17) ¡Tierra nueva¡… ¿cree usted que sea posible? Yo lo creo, porque para Dios todo es posible. Pero son muchos los seres humanos, religiosos o no, que ponen en duda que esto sea posible, sobre todo en este tiempo en que nos ha tocado vivir, en que se esta cumpliendo la profecía dada por el Señor en Mateo 24, es tanta la proliferación del pecado, la impiedad, la maldad y el estado de inseguridad, que parece imposible pensar siquiera que esta tierra pueda ser renovada, no hay amor, y yo diría que hemos caído en un proceso degenerativo en donde se ha perdido hasta la vergüenza, hoy lo que importa es el materialismo, “dime cuanto tienes y te diré que eres” pero dice la palabra que donde abunda el pecado sobreabunda la gracia. (Rom. 5:20) y si nos asemos alusión del refrán que dice: “Nunca es más oscuro que cuando va a amanecer” concluiríamos que el Reino de Dios se está acercando a la tierra. Cristo dijo: “Así también vosotros cuando vean que estas cosas suceden, conoced que esta a las puertas. (Mat. 24:33) Jehová promete: más se gozarán y se alegrarán en las cosas que yo he creado. (Isaías 65:18) Usted dirá, pero hasta la tierra está diferente y se niega a darle frutos al hombre, hoy tenemos que emplear técnicas sofisticadas para poder cosechar cualquier fruto, ahora recuerde usted que cuando el hombre pecó estas fueron las palabras de Dios: “por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: no comerás de él; maldita será la tierra por tu causa, con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá y comerás plantas del campo. (Gen. 3:17-18) El hombre fue la ruina de la naturaleza, también los animales se pusieron en su contra por haber desobedecido a Dios y se convirtieron en animales salvajes. Pero cuando el Señor venga y establezca su reino en esta tierra, nuestra boca se llenará de riza, Dios limpiará toda lágrima de nuestros ojos. (Apoc. 21:4) todo volverá a ser como al principio de la creación, como cuando Dios nos hizo, estaremos en una tierra paradisíaca porque la naturaleza será restaurada igual que nosotros. El anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de Dios, porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una esta con dolores de parto hasta ahora; y no solo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. (Rom. 8:19-23) Los animales volverán a ser amigos del hombre y se sujetarán a el como al principio. El lobo y el cordero serán apacentados juntos; y el león comerá paja como el buey. Y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová. (Isaías 65:25) Morará el lobo con el cordero y el leopardo con el cabrito se acostará, el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañaran en todo mi santo monte. Porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar. (Isaías 11:6-9) Acontecerá en aquel tiempo que un hombre criará una vaca y dos ovejas; y a causa de la abundancia de leche que darán, comerá mantequilla; ciertamente mantequilla y miel comerá el que quede sobre la tierra. (Isaías 8:21-22) Y juzgará Jehová entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos, y volverán sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación; ni se adiestrarán más para la guerra. (Isaías 2:4) No dirá el morador de la tierra estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada su iniquidad. (Isaías 33:24) Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo. (Isaías 35:5-6) Al que venciere le daré a comer del árbol de la vida, (Apoc. 2:7) en medio de la calle y a uno y otro lado del río estará el árbol de la vida, que produce doce frutos (diferente), dando cada mes su fruto, y las hojas del árbol serán para la sanidad de las naciones. (Apoc. 22:2) Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella (en la tierra) y sus siervos le servirán. Dios Te Bendiga.
Evangelista: Rigoberto Martínez
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