¿A que Vino Jesús a la Tierra?
Hay muchas respuestas a esta pregunta, unas bíblica otras no, por ejemplo: que Jesús vino a ocupar nuestro lugar en la cruz, a rescatarnos, a salvarnos, a enseñarnos a morir, limpiarnos del pecado; en fin son tanto los sinónimos que podríamos usar para responder de alguna manera a esta pregunta, sin embargo dado que la mayoría de estas son respuestas humanas, vamos a dejar que sea Jesús quien nos aclare a que vino el a este mundo. Le invito a leer con migo el capítulo 4, del Libro de Lucas versículo 43, en las diferentes versiones bíblicas como son Biblia al Día, Biblia Lenguaje Sencillo, La Santa Biblia Dios Habla Hoy 1996, Jerusalén 1976, King James W/Strong´s Number, La Santa Biblia Nueva Versión Internacional 1984, Reina Valera 1960, 1995 y 1989, Spanish Sagradas Escrituras.
Lucas 4:43
(BAD) Pero él les dijo: «Es preciso que anuncie también a los demás pueblos las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto fui enviado.»
(BLS) Pero Jesús les dijo: "Dios me ha enviado a anunciar a todos las buenas noticias de su reino. Por eso debo ir a otros poblados".
(CST-IBS) Pero Jesús les dijo:
Es necesario que vaya a otros lugares, a anunciar también en ellos las buenas noticias del reino de Dios. Precisamente para eso he sido enviado.
(DHH) pero Jesús les dijo:
--También tengo que anunciar la buena noticia del reino de Diosa los otros pueblos, porque para esto fui enviado.
(JER) Pero él les dijo: «También a otras ciudades tengo que anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios, porque a esto he sido enviado.»
(KJV+) And1161 he3588 said2036 unto4314 them,846 I3165 must1163 preach2097 the3588 kingdom932 of God2316 to other2087 cities4172 also:2532 for3754 therefore1519, 5124 am I sent.649
(NVI) Pero él les dijo: “Es preciso que anuncie también a los demás pueblos las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto fui enviado."
(RV60) Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado.
(RV95) Pero él les dijo:
--Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios, porque para esto he sido enviado.[31]
(RVA) Pero él les dijo: "Me es necesario anunciar el evangelio del reino de Dios a otras ciudades también, porque para esto he sido enviado."
(SSE) Y él les dijo: Que también a otras ciudades es necesario que anuncie el Evangelio del Reino de Dios; porque para esto soy enviado.
Hemos copiado este texto en las diferentes versiones bíblicas para que usted note que todas traducen lo mismo, Jesús vino a anunciar el evangelio del Reino de Dios, porque para esto fue enviado por el Padre. Que satisfacción nos causa cuando hacemos una pregunta y es el mismo Jesús quien nos da la respuesta, considero personalmente que la Biblia se interpreta a si misma, cuando la leemos en texto y contexto con el único interés de que la verdad flote, sin ningún interés personal de querer torcer la palabra para que la respuesta se parezca a lo que yo creo, el Apóstol Pedro dice: 2Pe 1:20 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,
2Pe 1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. En resumen, el Reino de Dios es el mismo poder dinámico de Dios encarnado en el mundo en la persona de Jesús, con el fin de devolver a su dueño a los que estaban bajo la autoridad de Satanás y del pecado. Aunque el poder del Reino se ve en las obras maravillosas de Jesús, la máxima manifestación se encuentra en su muerte y resurrección; por tanto, es proclamado Señor de todo el universo. El Reino no solo es un poder dinámico que actúa entre las personas, sino también una esfera en la cual los hombres entran al recibir a Jesús como su Señor y al hacer la voluntad del Padre (Mt 7.21ss). Durante el actual período intermedio, los discípulos proclaman el señorío de Jesús en todo el mundo, y cuando esta tarea se termine, se manifestará gloriosa y públicamente el Reino de Dios en la parusía del Señor Jesucristo.
Aunque la cabeza de un reino debe ser un rey, los Evangelios, especialmente Mateo y Juan, presentan a Dios como ® Padre. Así que el Reino tiene el carácter de una gran familia en la cual los hijos (Jn 1.12) llaman a Dios ® Abba (Mt 6.9; cf. Ro 8.15; Gl 4.6). Los hijos, siendo responsables, se preocupan por los asuntos de su Padre: llevan una verdadera vida de discipulado (Mt 16.24) y son portadores del evangelio del Reino, compartiendo en esta responsabilidad la misma autoridad de su Señor (cf. Mt 10.1, 5–15, 40ss).
Frente al hecho de que el Reino de Dios siempre es Reino de ® Justicia, se discute intensamente si los hijos del Reino tienen la responsabilidad en la época presente de implantar la justicia en este mundo de maldad. Aunque el Nuevo Testamento no respalda la imposición de sistemas políticos por la fuerza, esto no quiere decir que los hijos del Reino justo de Dios no deban luchar por todos los medios legítimos, según los principios básicos del Reino, para lograr la máxima justicia posible dentro del contexto contemporáneo. Cada hijo del Reino tiene la responsabilidad de ministrar a los necesitados y desvalidos a su alrededor (Mt 25.31–46). Los que no hayan cumplido con su responsabilidad serán separados del resto del Reino por el Hijo del Hombre en el juicio final (Mt 25.41–46), enseñanza claramente presentada por Jesús en las parábolas del Reino (Mt 13.24–30, 36–43, 47–50; 24.45–51; 25.1–13, 14–30).
En el resto del Nuevo Testamento de concepto central en el mensaje de Jesús, el Reino de Dios pasa a ser un tema marginal en el resto del Nuevo Testamento. Más bien se recalca la ® Iglesia. Este cambio se debe, no a la poca importancia del reino, sino a la labor de traducción realizada por los predicadores, una vez que el mensaje evangélico alcanzara a las masas de habla griega. Expresiones como «Hijo del Hombre» y «Reino de Dios», muy comprensibles en el ambiente palestinense, causaban malos entendidos entre los gentiles (® Roma, Imperio) y tuvieron que ser reemplazadas.
En los Hechos la iglesia predica el Reino de Dios (8.12; 20.25; 28.23, 31) como realidad presente y futura (14.22). Pablo habla del aspecto presente del Reino (Ro 14.17; 1 Co 4.20; Col 1.13), pero recalca el aspecto futuro: los malos no heredarán el Reino (1 Co 6.9s; Gl 5.21; Ef 5.5); el Reino vendrá con la manifestación de Jesús en su Segunda Venida (2 Ti 4.1, 18); después de dominar a todos sus enemigos, el Señor Jesús entregará el Reino al Padre para que Dios sea todo en todos (1 Co 15.23–28). La palabra final del Reino se encuentra en el Apocalipsis que relata cómo los reinos de este mundo llegan a ser el Reino de nuestro Señor (11.15; 12.10), a quien se llama Señor de señores y Rey de reyes (17.14; 19.16). Pero Él no reina solo, sino junto con los suyos durante mil años (20.1–10). Después del juicio del gran trono blanco sigue el aspecto eterno del Reino, cuando aparece un cielo nuevo y una tierra nueva (21.1); una existencia en la cual no cabe el mal de ninguna especie (21.27). Este Reino eterno representa la victoria final de la justicia.
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[1]Nelson, Wilton M., Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1998.
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